martes, 15 de mayo de 2012

No hay muerte, hay mudanza...

“Si te reencarnas en cosas hazlo en lápiz o en  pincel, si te reencarnas en carne vuelve a reencarnarte en ti, que andamos justos de genios…”
Hoy no debe de haber un minuto de silencio por la muerte del gran maestro Carlos Fuentes, sino una eternidad de aplausos, así como sus grandes enseñanzas trascienden por el tiempo...
La triste noticia de la muerte de uno de los gurús de la literatura se ha difundido con tintes de sentida melancolía que dejan entrever solo la pérdida de la presencia física de aquel hombre que dedico su vida al arte de la palabra escrita, cuyas valiosísimas ideas quedan plasmadas no sólo en sus libros, sino en la vida de quienes lo pudieron leer y sobre todo comprender, “el hombre pasa, pero la obra queda”
Carlos Fuentes desde mis ojos, fue un literato que no fácilmente se podía leer, para entender a este hombre, había que saber de historia, de filosofía, de vida, etc… cada línea de cada libro particularmente de mi favorito “La Voluntad y la Fortuna” dejaba al  lector la oportunidad de poner a funcionar su inteligencia, a entrelazar los conocimientos y sobre todo a descifrar lo que el autor decía.
Hombres y mujeres escritores todos, como Antoine de Saint-Exupéry, Alejandro Dumas, Oscar Wilde, Gabriel García Márquez, Tracy Chevalier, Mary Shelley, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes por mencionar los que vienen en este momento a mi memoria, me instan a pensar con sus plumas, me contagian su gusto por la literatura, me permiten viajar al ayer y me confirman la frase de que escribir es besar a la mente pero sin labios…
Querido maestro Fuentes, mis brazos cruzados hoy te aplauden y mis ojos cansados te seguirán leyendo…
No hay muerte, hay mudanza, y del otro lado te espera gente maravillosa. Gandhi, Michelangelo, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, Carlos Fuentes, para  siempre…
AMR

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