viernes, 18 de mayo de 2012

INTROSPECCIÓN

Parece que últimamente me he apagado, que me refugio fácilmente en la escritura y me desahogo en la poesía. Hay veces que quiero desistir, pero lo seguro ya no tiene misterio y si ese trayecto debo seguir, así será.
Lloverán diamantes del cielo, el sol apagara su luz, polvo de la luna quedara, cuando aquel hombre que contribuyo a mi existencia comprenda lo que hice y reconozca mis talentos, dice que me desconoce, y eso es verdadero, nunca me conoció…
Poco importa si lo entiende o no, hoy las luces que he adquirido colaboran a que no interfiera mi corazón e hígado en situaciones turbulentas, cada día aprendo a pensar, a ser roble ante la fuerte ventisca, a no declinar porque el vacio suele cobrar y ya no permite subir nuevamente, a mirar desde varios ángulos, que es lo apropiado, ya que un día mis sentidos me pueden engañar, y la mujer cuyo primerizo y joven vientre cocino mi vida, parece confundirlo con necedad.
No debo pensar en que es lo mejor, puesto que todo cuando lo es, resulta fastidioso para quien no beneficia. Los adagios no mienten, y "dos males no significan un bien en ningun sentido"
Basta responsabilidad tengo de ir al frente del navío al ser el fruto primero que nació del árbol que algún día junto sus raíces para dar vida.  Eso hace extinguir por completo prejuicios y reproches.
¿Porque los poetas no tienen una estrella en la frente? dice Jaime Sabines, mi familia se daría cuenta que hay una en casa, tengo veintitrés lectores en morada y ninguno conoce mi naciente obra. Tengo dos décadas de vida y un ansia infinita de dejar huella de cada paso que doy.
No son suficientes las buenas acciones, sino también el efecto que estas traen, empero todas dejaran una enseñanza de vida.
Hoy me siento sosegada, y no paro de soñar…

No hay comentarios:

Publicar un comentario