Hoy como de costumbre al despertar abrí la ventana y mire al cielo, vi el amanecer, pero por lo temprano que era, no pude percatarme de mucho, solo sentí la fresca brisa de la aurora y entonces surgió en mi la interrogante de ¿Qué hay mas allá de ese cielo que a diario observo?, no tuve respuesta propia puesto que a través del tiempo los científicos y aquellos estudiosos de antaño como Galileo Galilei, Copérnico, Newton y otros, han aportado descubrimientos que aclaran esa interrogante diciendo que existe una serie de entes llamados planetas, estrellas, sol, lunas, etc. y que todo eso en conjunto es el Universo y diciendo que quizá en su mayoría no existe vida por sus factores ambientales, en años no muy lejanos esto se ha ido comprobando.
Pero no estoy convencida del todo, se que hay algo mas. Inicie imaginando aunque no me lo crean al Principito, ese personaje que todo mundo ve infantil, pero que en realidad te enseña a mirar las cosas desde un nivel mas alto, donde te percatas de detalles que difícilmente se ven en la superficie desde la cual interactuamos a diario. Entonces decidí viajar hasta su planeta y desde ahí buscar mi contestación. Ya que estaba a una altura adecuada comencé a aplicar ese método científico que utilizaron los personajes que cité en el párrafo anterior y el cual les dio resultados; observe primero el movimiento de los planetas, como es que luchan por su vida, y es que flotar con ese peso y a esas temperaturas sobre todo Mercurio y Venus debe ser agotador, sin embargo lo hacen, se mueven despacio, con una gran dificultad, pero no se rinden, viven a pesar de todo. Me traslade hasta otro punto que me permitió mirar a una distancia perfecta el brillo de las estrellas, es muy complicado llegar a ellas han dicho los científicos, el fulgor que emanan no es imposible de alcanzar cuando se tiene la decisión de ir hacia el, de hacer hasta lo mas arriesgado por lograr llegar a la meta propuesta, no necesitas tocarlas, solo basta con observar cada uno de sus movimientos para brillar como ellas. Mi tiempo en el espacio era limitado, entonces mi ultimo objeto de estudio fue el sol, fue tan extraño estar ahí, ¡sentí mucho calor!, las gotas de sudor resbalaban como bandidas, y es que el sol es tan extraordinario, que no solo aporta luz a los planetas, sobre todo a la tierra, es un ser maravilloso, como aquel que te revive tus poros cuando se acerca a ti, como esa persona que con solo escucharte te transmite paz, como un verdadero caluroso abrazo, como la pasión de dos amantes que arde sin parar, como el beso de tu madre, me que sin palabras.
Mi primera hipótesis fue que en el Universo hay vida, no solo como reacciones químicas sino sensaciones fantásticas que también se viven en la tierra.
La segunda, inevitablemente fue la refutación de que solo se llega al espacio en Cohete, date un tiempo y ve a donde desees.
Mi estudio resulto singular, pues mis hipótesis ya no necesitaban experimentación.
La Teoría es muy sencilla, “Teoría de la Fe en si mismo” y la Ley, SOLO VIVIR.
Cuando regresé a mi ventana ya había clareado un poco la mañana y ya era tarde para ir a la escuela.
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